Foto: Hybrid Storytellers.

CÓMO CURAR UN MOLCAJETE MEXICANO

Ahora que tienes tu molcajete, debes saber que es un utensilio básico de la cocina mexicana. Sus orígenes se remontan a la antigua Mesoamérica, donde el mortero era ampliamente utilizado para triturar alimentos como granos, especias y vegetales, y preparar salsas y adobos. Para moler dichos ingredientes se utilizaba un cilindro de piedra, que al día de hoy se sigue usando, llamado tejolote, temolote o directamente piedra de molcajete. 

¿QUÉ SON LOS MOLCAJETES DE PIEDRA?

El término molcajete proviene de las palabras náhuatl mollicaxtli y temolcaxitl, que significan "cajete para la salsa" o "cajete de piedra para el mole". Lo cierto es que este tipo de morteros ha sido empleado para preparar alimentos desde la época de los egipcios y hasta aparece mencionado en el Antiguo Testamento, pero es en Mesoamérica, durante la época prehispánica, donde las diferentes civilizaciones perfeccionaron su elaboración a partir de piedra volcánica, generalmente extrayendo basalto del suelo, para dar forma al utensilio que les permitía moler maíz y frutos secos.

Sin duda es una de las herramientas más antiguas, vigentes e imprescindibles de la cocina tradicional mexicana. Como decimos en México, no hay mejor salsa que la que se hace en un buen molcajete mexicano.

Foto: Mauricio Villareal.

¿POR QUÉ DEBEMOS CURAR EL MOLCAJETE DE PIEDRA?

Al estar hecho de piedra volcánica, la superficie porosa del molcajete puede desprender arenilla o pequeñas partículas de piedra que al mezclarse con la comida pueden modificar su sabor o producir sensaciones desagradables en la boca. Por ello, el objetivo de curar el molcajete de piedra es que la misma esté lo más lisa y limpia posible, para que cuando los distintos alimentos sean molidos no se mezclen con restos piedra y arenilla.

¿Sábes como curar el molcajete de piedra? No es complicado, ¡sólo sigue estos pasos!

1. Lava muy bien tu molcajete de piedra. Utiliza una esponja dura, una escobilla de cocina o un cepillo de dientes viejo para asegurarte de que remueves toda la arenilla y cualquier partícula, por pequeña que sea, que haya quedado entre los poros de la piedra.

2. Vierte dentro del molcajete un buen puñado de arroz (aproximadamente 1/3 de taza) y tritúralo con el tejolote (el mazo de piedra). Asegúrate de extender y moler el arroz por toda la cavidad del molcajete, así como en el borde superior.  Usa el tejolote por ambos lados y gíralo cada tanto para que éste también se cure al contacto con el arroz.

3. Desecha todo el arroz y llena el molcajete de piedra volcánica con agua. Verás que toma un color gris claro, pues se mezcla con los restos de arena y piedra que removiste. Tira el agua. 

4. Con un trapo, seca el molcajete de piedra y el tejolote y repite la molienda de arroz como lo hiciste la primera vez. Haz todos los pasos de nuevo: moler el arroz usando el tejolote por todos lados, desecharlo, llenar de agua el molcajete y tirar el agua. Este proceso se debe repetir hasta que notes que el agua sale completamente limpia, pues ya no se mezcla con partículas. 

Una vez que termines, sólo deja secar el molcajete y el tejolote ¡y estará listo para que hagas esa deliciosa salsa! Y recuerda, el molcajete no sirve únicamente para moler, también lo puedes utilizar para servir guacamoles, cortes de carne ahogados en salsa, parrilladas con nopales, queso a la brasa... tu creatividad es el límite. Combina tus guisados con una rica cerveza mexicana ¡y serás el rey de la cocina!

¡Buen provecho!

¿DONDE COMPRAR UN BUEN MOLCAJETE DE PIEDRA VOLCANICA?

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