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La michelada es dios hablándote a través de una bebida. Cuando tomas una buena, no puedes evitar rodar los ojos hacia atrás de manera semi-orgásmica mientras se te escapa un sonido gutural de placer. Acompaña comidas, cura crudas, inicia pedas, acaricia el alma, quita el calor y las penas, refresca, y es compatible con bodas y funerales. Es puro amor.
La michelada básica, también conocida como chelada, lleva solo jugo de limón verde y cerveza, se sirve en un vaso escarchado con sal. A partir de ahí empieza una escalada completa a través de los sabores y las especias que hace literalmente inacabable el universo de las micheladas ya que las variaciones que hacen las personas y regiones parece no tener fin.
Empecemos por el principio: el escarchado
Ninguna michelada decente puede carecer de una saturación de deliciosos polvos en el borde de su vaso. Existen implementos de barra específicos para esto que se llaman escarchadores y que son una gran adición a tu material de cocina pero es muy fácil conseguir el mismo efecto con 2 platitos planos pequeños. En uno de ellos pones tu líquido (con 2mm de profundidad basta) y tienes varias opciones de líquido a utilizar basado en el sabor que quieras obtener o el tipo de michelada que estés preparando: jugo de limón, de naranja, salsa Valentina, tequila, tamarindo. Esto lo decidirás por el tono que quieras dar al primer contacto de la boca con el vaso. Después vienen los polvos: el básico es sal en todos sus tipos y grosores, puedes explorar esto como un mundo completo y a partir de ahí vamos con los chiles piquines, sales de gusano o chapulín, Miguelito, limón en polvo o cualquier mezcla de los anteriores. Igual que con el líquido tu elección, debe basarse en el sabor que quieras dar a tu michelada. Con eso listo, solo queda agregar el líquido.
Aquí te dejamos unas recetas:
Escarcha un vaso o tarro de medio litro con chile piquín y agrega hielo en cubos hasta arriba, añade los ingredientes, revuelve y remata con la cerveza de tu elección.
Escarcha un vaso o tarro de medio litro con chile piquín y agrega hielo hasta arriba, agrega 75ml de limón verde (aprox. 2 limones o 2 vasos de chupito), añade los ingredientes, revuelve y remata con la cerveza de tu elección.
Reserva el apio y el pepino, escarcha un vaso o tarro de medio litro con chile piquín y agrega hielo en cubos hasta arriba, añade los ingredientes, revuelve y remata con la cerveza de tu elección. Mete la rama de apio y las rebanadas de pepino en tu michelada.